Recientemente leí un trabajo
de Pavlina R TCherneva que titula Dinero,
poder y regímenes monetarios,
es un trabajo bien documentado en el que se afirma que el dinero“es una criatura
del estado, un bien público y un mecanismo redistributivo empleado
por ese estado para bien o para mal.” La misma formación del estado-nación
moderno, nos dice, ha estado inextricablemente vinculada al proceso de
establecimiento de una moneda nacional soberana unificada. Tener soberanía política
significa adquirir necesariamente la soberanía monetaria. El funcionamiento del dinero se basa en una
relación de poder estructurada y jerarquizada“se trata de una relación de poder crédito-deuda, en virtud
de la cual la parte endeudada emite un pasivo que el acreedor mantiene como
activo.” Pero es el Estado el que respalda, dirige y garantiza estas relaciones
sociales de poder.El dinero, no es,
como viene considerándose, una “criatura del mercado”, sino que se puede
argumentar con rotundidad que el dinero es, en cambio, una “criatura del
estado”.
Indica
la autora que existen unos mitos dominantes al respecto.
Y entre estos mitos se encuentran: 1) que la moneda es una criatura del mercado
nacida de la necesidad de facilitar el trueque; 2) que el dinero es un objeto,
generalmente algo con valor intrínseco (derivado de metales preciosos) que es
fácilmente transportable y divisible; y 3) que, en sí mismo, el dinero tiene
poca importancia económica (es "neutral"), lo que no hace más que simplificar
las transacciones, pero no afecta a las decisiones de empleo, consumo e
inversión. Así siendo consecuencia del mercado, el dinero no debe ser
controlado por el Estado y cualquier intervención del mismo reduce su
eficiencia. Si “el dinero es un objeto de valor metálico intrínseco, se supone
que es inherentemente escaso. A partir de aquí, debido a esta escasez, se
argumenta que el gasto gubernamental excluye el consumo privado y la
inversión.”Además, si el Estado gasta en exceso puede degradar el valor de la
moneda.Si, por último, el dinero es neutral las relaciones del mercado son las
únicas que pueden estimular la economía.
Nos explica que el dinero,
en cierto sentido, evolucionó como un bien público introducido por las
instituciones públicas en el proceso de estandarización de precios y
ponderaciones y que antes de que las sociedades pudieran producir excedentes,
no usaban el dinero. Fueron estos excedentes los que obligaron a anotar
existencias y deudas. De hecho, se necesitó una transformación sustancial de las
relaciones sociales de una sociedad tribal igualitaria a una estratificada y
jerárquica antes de que surgiera el dinero. El poder, los impuestos y los
tributos religiosos jugaron un papel crucial en todos estos relatos sobre los
orígenes del dinero. La fiscalidad, por otra parte,deviene en el motor de
la transferencia de recursos reales de los sujetos a la autoridad. El dinero es
el vehículo. La transferencia de recursos fue en parte para proveer a la
propia autoridad, y en parte para permitir a la autoridad redistribuir el
excedente a sus súbditos de manera más "equitativa " dentro del
contexto de las costumbres sociales culturales y religiosas de la época.
Nos muestra la autora la
importancia del registro histórico que avala esta interpretación del dinero y que
permite concluir sus notas: 1) delinear la naturaleza del dinero como una
relación de deuda social; 2) enfatizar el papel de las instituciones públicas
en el establecimiento de una unidad de cuenta estándar mediante la codificación
de los esquemas contables, las listas de precios y las deudas privadas y
públicas; 3) demostrar que, en todos los casos, el dinero era un fenómeno
previo al mercado, que en un principio representaba una unidad de cuenta
abstracta y un medio de pago durante un complejo proceso de provisión social, y
más tarde un medio de intercambio generalizado; y 4) subrayar su calidad
inherente como vehículo de redistribución. Ya que a la luz de esta constancia
histórica, la próxima tarea debe ser utilizar esta comprensión para iluminar
regímenes monetarios modernos y el espacio de políticas disponible para
perseguir y mejorar metas económicas y sociales.
Es importante destacar, por
tanto, que el dinero no es un medio
neutro en el sistema económico/social, de hecho se ha utilizado para hundir
economías mediante la falsificación en épocas de guerra. El dinero es un medio con mucho poder. El dineropermite aprovechar
los recursos existentes y “es un medio de distribución, una herramienta
para transferir recursos reales de una parte a otra, sujeto a la relación de
poder del contexto histórico específico.”Y el papel de los impuestos en las
economías de mercado modernas sigue siendo el mismo que en la antigüedad: no es
un "mecanismo de financiación", sino un "mecanismo real de
transferencia de recursos". Comprender esto perfectamente nos puede llevar
a una sociedad más beneficiosa para todos, más desarrollada,
más equitativa, más respetuosa con el medio ambiente y sin las limitaciones que
nos imponen nuestras falsas, y a veces perversas, ideas sobre el dinero.